No sé por dónde comenzar estas líneas.
Son complicadas porque la situación de Omar, es la situación de muchos.
Un tipo que se esfuerza todos los días para llevar el pan a casa. Dicen que el box es el deporte que más te forja el carácter. Y vaya que se lo ha forjado a este hombre que se resistía a hacer público lo que le está pasando: El CoronaVirus ha puesto en la lona su Gimnasio.
Omar es entrenador de boxeo desde hace quince años. Dice que todo empezó como un juego. Compartiéndole su conocimiento a su hermano Ismael, ‘El Sapito’, quien llegó a ser profesional. Pero entonces: “Llegó un momento que ese conocimiento se me salió de las manos, ya no sabía qué enseñarle”, narra el propio Omar.
“Hubo unos ángeles en el camino que me orientaron hacia el estudio, hacia la preparación para ser un mejor entrenador y uno de esos ángeles, fue el metódologo cubano Juan Trenal (QEPD), cubano, lo recordamos con mucho aprecio, con mucho cariño. Aportó mucho para el estado, un profesor que se puso la camiseta de Michoacán más que muchos michoacanos y yo el día de hoy sigo en esto gracias a su empuje, gracias a que él me siguió motivando a estudiar. Fue un gran mentor para mí, fue como un padre para mi y sigo en esto gracias a el objetivo que él me enseñó, de dar, de dar, de aportar algo a la sociedad michoacana”.
Las palabras anteriores son de un hombre que ha sacado a unos cuantos campeones, pero sobre todo, de un hombre que ha guiado y le ha enseñado la disciplina a mucha gente que llegó con alguna adicción y ahora son agentes de bien en la sociedad.
“Durante estos años han pasado muchos puños por mis manos. Estaba haciendo un recuento y me acuerdo de muchos jóvenes, de mucha gente que ha pasado, que a lo mejor no han sido campeones dentro del boxeo, pero que ahora yo los veo con mucho orgullo, porque ha pasado gente que ahora mismo son abogados, maestros, veterinarios… gente productiva para la sociedad. Eso es un orgullo y una motivación para seguir”.
Omar durante los últimos 15 años lo que ha hecho es darle a Michoacán deportistas. Profesionales, amateurs, sociales.
Se ha preparado y sigue preparándose, actualmente estudia una Maestría en Ciencias del Deporte para seguir con su pasión y su sustento, el entrenamiento deportivo.
Pero el CoronaVirus no conoce de méritos. Su pegada económica es tremenda, tiene contra la lona el Gimnasio que hace un año puso con su esposa, Campeona Nacional, a quien el Covid 19 también le quitó la pelea de revancha con la checa Fabiana Bytyqi por el Campeonato del Mundo.
Poco a poco iban sumando usuarios. Los chicos y chicas que van se sienten entrenando muy bien ahí, en ese pequeño espacio construido sudor a sudor para salir adelante, porque la experiencia y el trato personalizado de Omar y Sol les ayuda a mejorar hasta el grado que ellos quieran.
Omar se ha levantado ya de rounds atrás en los que otro tipo de aparentes nocauts han llegado. Esta vez lo hará.
Más allá de que esté vendiendo el ring para con el dinero generado, poder seguir con el gimnasio abierto cuando la contingencia pase. Pero un gimnasio de boxeo sin ring no es una opción para un hombre que le ha hecho tanto bien a Michoacán.
“Nos dieron una fecha tentativa del 20 de marzo al 20 de abril, un mes que siguen corriendo las cuentas de luz, agua, renta teléfono y no es nada más eso. Tengo mi familia, mis gastos familiares y estamos a punto de colapsar”.
Hoy Omar requiere que le tendamos una mano para salir de esa lona llamada #Covid19. Que cooperemos con lo que podamos. Todo se va a su cuenta y todo es para poder subsistir en esta crisis. Él le ha dado mucho a Michoacán. Es hora de devolverle un poquito.
De ayudarle a seguir preparando más puños, que después se van a rifar un tiro por Michoacán. En el cuadrilátero y en la vida.
(Texto: Marco Malvido / @MarcoMalvido).
