Redacción.- A un noventa por ciento de su máximo esplendor se encuentra actualmente la cancha del estadio José María Morelos y Pavón, casa del Atlético Morelia, para albergar el arranque del Torneo Clausura 2021 de Liga Expansión MX en este inmueble.
Factores como el Covid y la mudanza de Monarcas a Mazatlán provocaron que durante un par de meses, la que muchos jugadores del futbol mexicano consideran como la mejor cancha, fuese desatendida.
Cuando comenzó el confinamiento el año anterior, inició también el deterioro. Por razones obvias, los trabajadores no le podían dar el mismo mantenimiento que antes y después llegó la mudanza de Monarcas.
“El problema de esta cancha fue que no se le dio mantenimiento por todo lo que pasó”, resume Sergio Ortiz, Director Operativo del Club Atlético Morelia, quien explica a detalle el proceso que ha sufrido la grama del Morelos para recuperarse hoy en día casi al cien por ciento. “Cuando se va el otro equipo lo que pasa es que se llevan toda su maquinaría y no había quien cortara este pasto. La verdad el Club Tres Marías ayudó mucho, incluso antes de que llegáramos nosotros, Tres Marías estaba cortando la cancha una vez a la semana”.
A pesar del apoyo recibido, una cancha de futbol profesional debe cortarse al menos una vez diariamente. El no tener el mantenimiento diario que se la había dado durante años, empezó a reflejarse.
“Empezó a crecer el pasto y a la parte de abajo no le dio la fotosíntesis necesaria que le tiene que dar para que esté verde”, explica el Director Operativo del Canario.
Cuando el Atlético Morelia ya tuvo su propia maquinaria para trabajar sobre la cancha, el inicio del torneo anterior estaba a la vuelta de la esquina y no hubo el tiempo necesario para recuperarla, por lo que durante algunas jornadas del Apertura 2020, la imagen de la cancha no fue la mejor.
“Cuando llegamos nosotros todavía no teníamos maquinaría, cuando la tuvimos se nos viene el torneo de inmediato y el problema es que tú no puedes cortar un pasto cuando lo tienes crecido hasta el ras, la misma maquinaria no te da para cortar hasta abajo y que esté en perfectas condiciones, entonces lo que pasó es que tuvimos que adelantar el proceso. Hay un proceso que haces cada seis meses, desgraciadamente yo esos seis meses los reduje a dos o tres semanas, cuando llegamos”, relata Ortiz.
“Empezamos a cortar, le dimos el mantenimiento, al principio se les dijo a todos, ‘va a tener un aspecto muy malo, pero lo bueno llegará después’. Entonces rapamos la cancha, literal, la rapamos, el aspecto era muy feo, muy malo, al equipo también le afectó los primeros partidos porque los jugadores están acostumbrados a otra cosa y yo se los dije a los dueños: ‘Van a pasar 25 días, 30 días y la vamos a tener mejor y empezará a mejorar cada día’.
El trabajo surtió efecto y ya desde mediados de octubre del año anterior el aspecto de la cancha empezó a mejorar paulatinamente hasta llegar el punto actual, un césped plenamente verde, recortado a la altura idónea para jugar a ras de césped y con sus recortes cuadriculados listos para lucir mañana en televisión nacional.
“La cancha está en un muy buen estado. La tenemos a un 90%. La gente que está trabajando son los mismos que estaban antes, trabajan muy bien. Lo que pasó son procesos que se viven y son momentos de las canchas, pero ahora mismo está muy bien”.
Todos los días un grupo de ocho personas, especialistas en jardinería y en el cuidado del césped, trabajan para hacer lucir mejor a este inmueble que representa mucho para los michoacanos y que es de las preferidas también entre los futbolistas profesionales. “Lo que está abajo del pasto, el sustrato que tiene es muy bueno, por eso es que muchos jugadores en el futbol mexicano te dicen que esta es la mejor cancha, porque lo sienten a la hora de pisar”.
