(Texto: El Señor La Porta).
Ayer vimos al peor Monarcas Morelia desde que el señor Guede llegó. Sí, incluso peor que aquél en el Estadio Azteca en semifinales.
No debemos poner el discurso de “Ya no hay rivales fáciles” porque sí los hay. Cafetaleros lo era por el sencillo hecho de jugar en una división inferior y si el equipo monarca salía con sus titulares probablemente los goles se cantaban del otro lado.
Dejemos las cosas claras, el día de ayer el partido no se pierde por Paolo Medina porque aunque son acciones que cambian el partido en tu contra, el planteamiento en general estuvo mal desde la convocatoria.
Sosa fue el único titular que estuvo convocado y más allá de eso, en ningún momento se dominó el partido o se puso a temblar la portería de los locales.
Nadie está pidiendo la cabeza del técnico argentino, sería irresponsable hacerlo pero tampoco lo justifiquemos, ayer se equivocó y lo hizo de manera grosera porque el equipo jugó a nada, sin idea, sin generar fútbol, lo único que gozó fue de posesión pero una vez que tenía el balón no sabían qué hacer con él.
Basta de justificarlo diciendo que la prensa menospreció a Cafetaleros o que el equipo está enfocado en la liga porque si hay aspiraciones reales para ganar algo, eso es la Copa Mx y ayer les pasó por encima un equipo muy inferior.
Desde el 20 de julio Monarcas Morelia no recibía cuatro goles y el rival aquella noche fue Tigres, un resultado que siempre entra en el presupuesto (Perder por dos goles en el Volcán) pero lo de ayer, debería dar coraje por la forma.
No hay que matar a Guede por lo que pasó ayer porque perfectamente pudo ser un accidente pero dejemos de justificar cuando se equivoca que eso, únicamente le hace daño a la institución.