Redacción.- Con un efectivo dispositivo táctico y un gol en el suspiro del partido, el Atlético Morelia consiguió su primer triunfo en casa del torneo (2 – 1) sobre Atlante, quien llegaba con una gran racha al estadio Morelos. Los Canarios ya suman cuatro sin derrota.
Hay dos caras en la moneda. Y ahora mismo el Morelia ve el lado bueno. Con un estilo más defensivo que en anteriores partidos, poco vistoso, pero efectivo, derrotó a un Atlante que venía metiendo miedo en la Liga.
Sobró intensidad. Faltó futbol. Hubo mucha garra, como la de Víctor Milke, quien se motivó por la presencia de Loeschbor en la banca para jugar un partidazo. En defensa y en ataque. Con un remate ajustado, pero muy complicado, el zaguero abrió el ostión al 69′, en una jugada de táctica fija, en la que el paraguayo Gustavo Ramírez fue clave al prolongar con la testa el balón a segundo poste, donde Milke resolvió con categoría.
Atlante había sido más en cuanto a tenencia de balón, pero entre la defensa y el portero Núñez, el gol no llegó para los azulgranas, sino hasta el minuto 77, con un soberbio disparo de Pablo Gómez, quien desde afuera del área, le pegó muy potente, por encima del ‘Rifle’, cuyo lance fue inútil.
A diferencia del duelo ante Dorados, en esta ocasión, Morelia no se cayó psicológicamente y por el contrario, empujó para recuperar la ventaja, hasta que apareció Eduardo Pérez con una jugada grande, al dejarla botar la pelota para que entrara al área, de donde cruzó un derechazo ajustado a la base del poste para poner a saltar a la afición rojiamarilla, que lo veía por televisión.
Con este resultado, los Canarios se posicionan en el quinto lugar momentáneamente, con 14 puntos y un partido pendiente, que se jugará el 14 de noviembre frente a Correcaminos en Ciudad Victoria.
El próximo compromiso de los rojiamarillos en el calendario, es ante Venados en Mérida, el siguiente 14 de octubre, por la Jornada 10 del Guard1anes 2020.