Redacción.- Con un primer tiempo brillante y el complemento decepcionante, Monarcas Morelia derrotó 2 – 1 a Necaxa para cerrar el Apertura con 29 puntos, dormir en tercer lugar y de paso, clasificar al Atlas de rebote.
Los primeros 30 minutos fueron los mejores que ha jugado el equipo de Roberto Hernández en el torneo. Presión alta, asfixiante para desarticular la salida de los necaxistas y mucha idea con la pelota en los pies.
Así llegó el primer gol. Morelia tenía hasta siete elementos cerca del área de Barovero, cuando la pelota le llegó cerca de la media luna a Rodrigo Millar, quien de espaldas a la portería, la acomodó para Mario Osuna, quien con potente derechazo venció al ex portero de River Plate. Pelota guardada en el rincón de la portería.
Tras el gol, Morelia se mantuvo con la misma inercia. Como dueño absoluto de la posesión. Tocaba de izquierda a derecha y viceversa, hasta que Millar volvió a aparecer como mariscal para filtrar balón a Osuna, quien dentro del área conectó una media vuelta que terminó como un preciso servicio para Raúl Ruidíaz, quien cerró la pinza para ponerle fin a una racha de 425 minutos sin hacer gol y anotar su noveno gol del torneo. El segundo del juego para Monarcas.
Morelia fue una aplanadora en el primer tiempo. Pero en el segundo, se diluyó todo lo que se hizo bien. Apenas arrancaba la parte complementaria, cuando Martín Barragán, de reciente ingreso al campo, mandó un zapatazo cerca del ángulo para darle vida a los necaxistas, mientras en Guadalajara, los atlistas se arrancaban las uñas.
Morelia ya nunca volvió a recuperar la pelota. El resto del partido fue un monólogo estéril de Necaxa, que tampoco creó grandes aproximaciones. La más cercana fue un cabezazo de Carlos González que se fue apenas por encima del travesaño.
Al final, Morelia regresó con el botín completo. Los tres puntos. El tercer lugar momentáneo que asegura recibir el juego de vuelta de cuartos de final como locales.
¡Ah! y de paso. Un triunfo que metió al hermano incómodo a la liguilla.