Redacción.- ‘Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas’, dice el dicho popular, y mientras una selección pasaba a la gran final de la Copa Oro 2023, la otra se quedaba a un paso y teniéndose que conformar con verla por televisión.
México, el Gigante de la CONCACAF, con su mote en tela de juicio desde hace algunos años, buscaba su redención enfrentando a unos Reggae Boyz muy ‘ingleses’, plagados de jugadores militantes de la Premier League y que por si fuera poco, son titulares en sus equipos.
Todo estaba listo, los 22 hombres en el césped del Allegiant Stadium. El guatemalteco Mario Escobar en el centro del campo dispuesto a soplar su silbato. Sin embargo, el encuentro no podía arrancar aún, todos estaban a la espera de que terminara la serie de penales entre Panamá y el gran favorito para llevarse el título, los Estados Unidos. Finalmente, el partido arrancó, con todos sus actores en shock, pues el ganador no enfrentaría a los yanquis, sino a los canaleros.
Nada más empezar, México aprovechó el envión anímico para robar el balón de los pies rivales y, con una conexión rayada por izquierda entre Luis Romo y Jesús Gallardo, quien al desbordar por la banda y centrar la pelota, la dejó deslizándose por toda el área para que Henry Martín recibiera el esférico y cobrara un penal en movimiento que entró por el poste derecho, dejándole al arquero Blake nada por hacer.
Los aztecas, mayas, mixtecos y demás continuaron incisivos en los minutos siguientes: la “Bomba” Martín insistía en marcar el segundo, Antuna desesperaba al no encontrar lucidez en sus jugadas y Orbelín, mostrando talento driblando al conjunto jamaiquino.
De esta manera, cerca de la media hora de juego, el Tri conseguiría un tiro libre tras convertir a Pineda en el relleno de un sandwich, del que saldría amonestado el defensor Brown. Una vez colocada la barrera, quienes se acercaron al balón fueron el mismo jugador del AEK Atenas y Luis Chávez. Fue entonces que todos se levantaron de sus asientos, al recordar el golazo que marcó en la pasada justa mundialista. El árbitro dio luz verde para el cobro, y es el hombre de Pachuca quien conectaría la blanquita con un zurdazo dibujando una curva que se encajaría en la horquilla superior derecha de los tres palos caribeños, replicando lo hecho contra Arabia, dando paso al júbilo y a palpar el boleto rumbo a la final.
El conjunto del “Jimmy” mostraba una intensidad en ataque y defensa que frenaba cualquier intento de los verdiamarillos por penetrar en el área defendida por Ochoa, haciendo uso de contragolpes veloces como el que se daría en el tiempo agregado del primer lapso luego de un flácido centro de Orbelín. Con sus dos puntas, Jamaica se lanzó con todo buscando el descuento sin éxito, ya que el balón sería recuperado por la zaga mexicana, llegando así al medio tiempo ante el aplauso de la afición que vestía sombreros de charro y máscaras de luchador.
La segunda parte arrancaba de una forma más trabada, rígida y fuerte, manifestada en el encontronazo que tendría Antuna con Bailey. Este último, ante la incertidumbre de qué tarjeta vería, terminó jugando minutos gratis e incluso ganando una amonestación para el mexicano por exigirle a la autoridad la expulsión de la joya jamaiquina del Aston Villa. La pausa la aprovecharía el estratega tricolor para sacar del campo a Erick Sánchez junto con Henry, autor del primer gol, pensando ya en el SoFi Stadium el domingo, y dar paso a Charly Rodríguez y Santi Giménez bajo los vítores de la grada.
Los minutos pasaban y México se fundía físicamente, Jamaica llegaba al área más frecuentemente y ahora los sacrificados eran el “Brujo” Antuna y Luis Chávez, que se iba con el gol de la semana y la portada de los periódicos en su bolsillo.
Edson y el “Piojo” Alvarado ingresaban a la acción, refrescando el once vestido de verde, que nuevamente se lanzaba hacia el arco rival sin lograr claridad con el romperredes del Feyenoord en varias ocasiones, debido a la gran respuesta de los defensores contrarios, cosa de la que carecieron en la primera parte.
El partido se relajaría y faltando 5 minutos para completar los 90 minutos reglamentarios, entró el criticado campeón con Tigres, Diego Lainez, culminando así las modificaciones por parte de Lozano para cerrar el partido. En la agonía del mismo, Jamaica continuó dando patadas de ahogado. Sin embargo, en tiempo complementario, Jesús Gallardo terminaría haciendo una genialidad dentro del área tras un saque de manos, con un autopase filtrado generándose el espacio para poner su segunda asistencia de la noche en el botín de Roberto Alvarado, que solo tendría que empujarla para completar la triada de goles mexicanos.
De esta forma se terminaba la contienda y el equipo tricolor terminaba con el brazo en alto ante los del Caribe en un partido cómodo gracias al buen planteamiento del dueño del ‘Lamborjimmy‘, que ya rueda rumbo a Los Angeles, donde se dará cierre al certamen este domingo cuando México se mida ante el caballo negro: Panamá.
(Por: Omar Urbina).
