Cuando te equivocas hay que asumirlo. Dar la cara. Reconocer. Pedir disculpas. Pero hacerlo sinceramente. Sino de nada sirve.
Después de más de 24 horas de haber corroborado con un profundo dolor en el estómago que el estadio no se abría, es mi obligación reconocer y ofrecer disculpas.
¡LA CAGAMOS! Perdone la grosería, pero así de grosero fue nuestro error. Mi error. Publicar y dar por hecho una información que después no se concreta, no tiene cabida dentro del periodismo. Es un error. Punto.
Lo del tema del acceso al estadio Morelos el próximo jueves no fue un invento por dolo. No fue que de repente se me ocurrió inventarlo para ganar likes.
Hubo una revelación por parte de una fuente, que fue corroborada por un par de fuentes más. Desde el viernes, comenzó a operar al interior del estadio Morelos la habilitación para abrir el jueves vs Tepatitlán. Durante el fin de semana hubo limpieza, habilitación de las taquillas, llegó el Internet. Incluso estuve personalmente cerca de una hora entre 11 y 12 AM del sábado observando desde afuera (libramiento) para corroborar. No soy de los que generan notas sentado, viendo la computadora. Me gusta salir a la calle. Vi como dos hombres de Megacable y uno del Staff de Morelia entraron a las taquillas a trabajar. Aún el lunes la indicación seguía siendo la de abrir, hasta las 18:00 horas, cuando se dictaminó la negativa.
Aún así, haber publicado esa nota fue un error, porque simplemente no se confirmó nunca con la fuente oficial que dictamina los permisos: Gobierno. Secretaría de Salud, que fue la que finalmente bajó el pulgar. Cual novato. Me fui de boca. Por no corroborar las fuentes. Publicamos información falsa.
El castigo público es cruel, pero merecido. Con este tipo de actos se pierde credibilidad, seguidores y eres motivo de burlas. Lo anterior no hará más que fortalecernos.
Ante esto. Lo que queda es asumir. Me apena con mis compañeros, a quienes siempre les insisto que no hay que publicar ni mencionar información no confirmada. Me apena con el público fiel de Ecos del Quinceo que confía en esta casa editorial. A ustedes mis más sinceras disculpas. No merecían tal falta de profesionalismo.
Necesitaba exponerlo. Hacer público que fallamos. Que fallé. Que nos metí un Autogol.
Ahora a darle vuelta. Con trabajo. Y con mucho por hacer por delante. Que acá no se ha cavado una tumba y que el periodismo es una carrera de resistencia, no de velocidad y aún hay muchas historias por contar.
Gracias.
Marco Malvido.
“Lo que no te mata te hace más fuerte”: Friedrich Nietzsche.
