Redacción.- Atlético Morelia sufrió una involución en su futbol y volvió a caer. Quinta derrota en ocho partidos disputados para un equipo sin futbol, ni corazón. Lejos de representar con honores al escudo que defienden.
Nefasto desempeño del ‘Canario’ en Culiacán. Dos partidos con Scoponi al frente y nada cambia. O mejor dicho, algunas cosas se modifican, pero no para bien. El caso más marcado: Fernando Illescas. El único que anteriormente aparecía de forma permanente para intentar algo enfrente, en esta ocasión pidió poco la pelota. Pero no sólo él. Para los defensas era difícil elegir con quien tocar, porque la apatía reinaba en los encargados de generar futbol.
Dorados percibió a su rival cabizbajo y golpeó dos veces. Las suficientes. Morelia respondió al primer golpe. Con gol de táctica fija de Cedillo, un minuto después de que Daniel López había adelantado al ‘Gran Pez’, a los 17′ y 18′, respectivamente. Pero esa respuesta fue insuficiente.
Encima mala suerte. El capitán Leobardo López se lesionó en el primer tiempo y Gabriel Quezada entró en su lugar. Sin voz de mando en el campo, Morelia navegó en los esfuerzos estériles. En los intentos sin peligro. Hasta que en el segundo tiempo, Toño Torres escupió un disparo de Cañozales que Daniel López tomó para asestar ese segundo golpe definitivo.
Hubo opciones para empatar, porque Morelia, más por inercia y obligación, que con buen futbol, logró arrinconar a Dorados durante algunos minutos. Pero esas opciones, mal capitalizadas, lo único que provocaron fue reflejar la baja confianza que tienen los jugadores. Ejemplo: un cabezazo de trámite para Gustavo Ramírez, de los que ha mandado a guardar cientos a las redes en su vida, salió débil, a las manos del portero Vaal.
Cinco puntos. Igual que en la jornada seis, pero ya se jugó la nueve. La situación toma tintes desesperantes. El torneo aún no está en la basura. Pitágoras y el mediocre formato de competencia ayudan, pero alguien ha comenzado a perder la paciencia y a retomado el twitter. Es el presidente Higuera, con publicaciones que asoman la guillotina.
(Por: Marco Malvido).