Antes de cualquier contingencia por Covid-19, de hecho, desde el año anterior, el presupuesto operativo de Monarcas Morelia se vio reducido.
No son tiempos de bonanza en el país. Tampoco en el club michoacano, donde la disminución de presupuesto de operación, se pudo reflejar tanto en reducción de personal administrativo, como en simples detalles, como el catering, el clásico sandwich y la Coca que le daban a los reporteros al medio tiempo de los partidos, manjar que a partir de este torneo se dejó de ofrecer como atención a medios.
El voto a favor de la Liga de Desarrollo, o en contra de la Liga de Ascenso que Monarcas aplicó, está justificado desde el punto de vista económico. Los dueños protegen su patrimonio. Si la Liga les ofrece la posibilidad de no poner en riesgo su capital, evitando un hipotético descenso, ellos lo van a tomar y están en su derecho. Es su plata. Es su negocio y lo tienen que cuidar, máxime si la situación económica no venía bien desde el año anterior.
Independientemente del CoronaVirus, dicho ya estaba que para el próximo torneo no iban a llegar refuerzos (más allá del defensa chileno Nicolás Díaz, que ya está contratado). Medio plantel termina contrato y por lo menos siete jugadores serán renovados. La idea de la continuidad, continuará.
Se dará oportunidad a la cantera. A jugársela con los chavos. Nombres como Salvador Reyes (hoy prestado en Puebla), Sagir Arce, Eduardo Del Ángel, Roberto Meráz, Axel García, Andrés Catalán, entre otros, tendrían más minutos. Sin el riesgo de descender, es el momento de ponerlos a jugar. Todo cuadra.
La gran incógnita es Pablo Guede, quien termina contrato este torneo. Se estima que la contingencia, la pausa económica y todo este contexto, evite que vengan por él desde otros clubes del extranjero. La mesa estaría puesta para renovarle y continuar con su proyecto deportivo. La última apuesta de Álvaro Dávila es una gran piedra angular para la actual administración (si así lo quieren ver), para que apliquen un proyecto deportivo a mediano plazo al menos.
Monarcas no se vende. No ahora. No en los próximos cinco años. Donde la ausencia del Ascenso, permitirá una operación a modo, para soportar la recesión económica, que no es producto del Covid, ya venía y ahora se reajusta.
Un poco de lo que le depara a Monarcas.
(Por: Marco Malvido).