La derrota más dolorosa

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Redacción.- Esta noche dolió más que nunca la derrota. Porque a Morelia le sobró garra y tuvo el futbol suficiente para tumbar a Rayados, que cuando metió a lo mejor de su repertorio, dio vuelta el partido para llevarse el triunfo 2 – 3.

No pudo Morelia, porque no quiso. Y porque cuando Monterrey puso a lo mejor, marcó diferencia. Fue una derrota que cala hondo. Porque Monarcas ofreció su mejor partido del torneo, jugó bien en primer y segundo tiempo, pero no soportó el embate final de Rayados, que en los últimos diez minutos hizo dos goles que le dieron la victoria.

Fue una versión diferente (y mejorada) de Monarcas, porque de arranque, jugaron dos delanteros juntos. Sansores y Ferreira. Ninguno estuvo en su día, sobre todo Ferreira que falló dos mano a mano. Pero la sola presencia de dos atacantes, le dio otra cara al equipo rojiamarillo.

Fue un partido con muchas opciones. Apenas al minuto 4, Osuna, quien jugó bien de lateral derecho, sacó un remate de Funes Mori sobre la línea. El argentino ya advertía lo que se vendría después.

Monarcas fue a presionar alto a Monterrey en el primer tiempo y los regios se quedaron neutralizados, sin llegar al área michoacana. De hecho, el gol de Rayados, no fue dentro del área. Fue un bombazo de Funes Mori desde 30 metros, tras robar el balón en la salida de Monarcas, a causa de un error en la conexión entre Osuna y Rocha. Era el minuto 29.

Morelia lo perdía de forma injusta y encontró justicia rápida. Edison Flores se estrenó como goleador rojiamarillo, con una soberbia definición con botín zurdo, al poste más lejano de Barovero. Al descanso se fueron con el 1 – 1.

En el complemento, Monterrey empezó con sus cambios. Primero ingresó Pabón, después lo hicieron Gallardo y el juvenil Carlos Rodríguez. Los dos últimos movimientos fueron claves.

El partido estaba abierto, para cualquiera y Monarcas encontró el gol de la ventaja parcial en una gran jugada colectiva. Osuna inició con un recorte con clase sobre Nicolás Sánchez; en medio campo, Sansores le dio claridad a la jugada al abrir el balón a sector izquierdo, donde Gastón Lezcano tomó el balón para entrar al área y colgar el balón al palo más lejano de Barovero. Un golazo del argentino para premiar su actuación individual.

Monterrey se sintió herido con la desventaja en el marcador y entonces se activó lo mejor de su futbol. Entre Gallardo y Rodríguez, por izquierda, tiraron una chula pared que acabó con un remate de Funes Mori, quien en el área chica, solo tuvo que empujar. Fue el séptimo tanto del argentino a Monarcas. Nadie ha vacunado más a los michoacanos en los últimos 10 torneos.

Con el empate el partido se rompió, pero Monterrey inclinó la cancha y en una jugada con varios elementos al frente, Gallardo tiró el centro, Hurtado la acomodó en el área y Carlos Rodríguez la mandó a guardar con remate cruzado, todo ante la mirada de Valadéz y el lance de Sosa.

El estadio Morelos enmudeció.

Monarcas jugó bien. No se notó la diferencia en nómina, ni en puntos. Tuvo a Monterrey en un puño, pero perdonó en el marco rival y Rayados no perdonó.

La derrota más dolorosa.

 

 

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