Redacción.- Llegó uno de los debuts más esperado en la Liga MX. Paolo Medina, el chaval que se hizo futbolista en el Real Madrid, debuto en Primera División a sus 20 años de edad y jugó un partido a la altura de la exigencia de Pablo Guede.
Siete años en la cantera del Real Madrid, a donde llegó como un niño de 10 años. Ahí destacó por su alta capacidad técnica. Un jugador con un currículo formativo impresionante que ayer consiguió su graduación, el ansiado debut, aunque con sentimientos encontrados por la derrota.
“Me da mucha pena porque que me hubiese gustado debutar de otra manera, pero feliz porque después de tanto tiempo… es una carrera de varios años y la verdad que estoy feliz con el club, con la institución, con el cuerpo técnico que me ha dado la oportunidad y de aquí para adelante y ojalá que empecemos a conseguir muchas más victorias”.
En Monterrey no pudo lograrlo, tras llegar de las inferiores del Benfica, donde también destacó. Por eso, haber aparecido ayer en el máximo circuito, fue tan valioso para Paolo:
“La verdad significa mucho para mí. Poca gente sabe todo lo que he pasado, el sacrificio que tiene uno que hacer, se me ha exigido siempre mucho más por donde vengo, entonces se me hacía muy difícil en aspectos futbolísticos. Al final conseguí superarme, conseguí mejorarme día a día, debutar aquí en el estadio (Morelos), en esta hermosa ciudad, la verdad que le debo mucho a la gente, la aprecio mucho porque son muy cariñosos y muy feliz del debut”.
Medina destacó que desde que llegó al inicio de la pretemporada, lo hizo con otro chip mental. “Es el resultado de una buena pretemporada, yo vine mentalizado de otra manera. Sabía que el cuerpo técnico había cambiado, tuve algunas lesiones y no pude ser constante el pasado torneo y me decidí después de las vacaciones a venir con otro tipo de mentalidad y aquí estoy, la verdad que muy feliz y contento de conseguir este logro y espero que sea la primera de muchas titularidades”.
Sobre la posición en la que jugó, – como central por izquierda en línea de tres -, dijo que no tuvo problema. “Es una posición diferente, pero al final jugamos con defensa de tres. Ese central siempre cae mucho en la banda y al final es más o menos es lo mismo, pero yo estoy adaptado y donde me ponga el técnico voy a responder”.
