Redacción.- Nada más frío que un sótano. Ese sitio donde Atlético Morelia dormirá otra jornada más. No hay nada más cruel que recibir el abucheo de tu afición en casa. En el debut de Hugo Norberto Scoponi al frente del ‘Canario’, su equipo dominó, hizo cimbrar dos veces la portería, pero perdió y seguirá en el fondo de la tabla.
Fue una noche cruel en el Morelos. Para aficionados que hicieron más de una hora de fila por la pésima organización y logística para dar ingreso en preferente poniente. Pero más cruel aún para una institución que ha hecho de las noches tristes, su hábitat en los últimos meses.
Scoponi se presentaba con toda su estirpe y presencia en el área técnica. Como jefe por primera vez. Con Pepe Muñoz bien cerca en todo momento. Se decidieron por poner a un solo punta, el paraguayo Ramírez, en el once inicial. Bien acompañado por tres volantes de buen pie, que fueron incisivos, que buscaron, pero que no tuvieron la onza para capitalizar con jugadas de gol: Vergara, Illescas y Engelhart.
Morelia tuvo mayor vocación y en términos generales, el dominio del partido, pero Cimarrones fue letal. Desde el primer tiempo, aunque Morelia tuvo la pelota y las primeras aproximaciones, la primera de real peligro, fue de los sonorenses, con un cabezazo de Josué Reyes que se fue apenas por encima del travesaño al minuto 16.
En la siguiente jugada, Fernando Illescas tuvo un mano a mano frente a Gabino Espinoza, pero su remate salió directo a la boca del estómago sonorense; en lo que fue la más peligrosa del primer tiempo.
Durante el complemento, el ‘Canario’ tuvo el doble de llegada que el rival y las más peligrosas. Aún no se explica cómo no terminó en gol la jugada en la que en tres ocasiones el zaguero Ernesto Monreal salvó sobre la línea a su portería, tras remates de Illescas y Ramírez. También Enrique Cedillo estuvo muy cerca de hacer un golazo, pero la pelota reventó el travesaño, tras un magistral desvío de Gabino Espinoza. Ambas acciones, a los minutos 50 y 51, respectivamente.
Conforme avanzó el complemento, Morelia perdió paulatinamente peligrosidad. Llegaron los cambios. Pero en una acción aislada de Cimarrones, que no había disparado a puerta en el segundo tiempo, Duilio Tejeda, quien había entrado por el ‘Messi’ Acuña, venció a Antonio Torres para poner el gol definitivo, al minuto 82.
Aún en la última jugada del partido, Leobardo López, con el corazón por delante, se fue a rematar con un derechazo que pegó en donde se dan un beso el poste y el travesaño.
Nada más cruel que ser mejor que tu rival y perder. Que sentir taladrar tus oídos por el abucheo de tu gente.
La crueldad azota al Atlético Morelia.