Texto: El Señor La Porta / @elsrlaporta
Hoy presento esta nueva columna donde, como apasionado por este deporte, presentaré situaciones negativas que llaman mi atención.
El caso de hoy es el famoso ‘Bono Monarca’, aquél que le asegura al club un mínimo de asistencia y para la afición es una alternativa para entrar a todos los partidos de manera más accesible. Algo que suena bien para todas las partes pero, ¿qué tiene de malo?
Desafortunadamente no estaba en Morelia para el partido de Guadalajara pero scrolleando en Facebook algo llamó mi atención, me encontré una publicación en la que alguien ofrecía su bono para acceder al estadio a un precio más barato que el de taquilla y me surgieron muchas dudas:
- ¿Por qué adquirir el bono si al final terminarás rentándolo?
- ¿La idea del bono no es que siempre se sienta rojiamarillo el estadio?
Quizás es una práctica que lleva tiempo y yo ignoraba pero definitivamente me dejó un mal sabor de boca. Si intentas entrar al estadio en Monterrey nadie te va a ceder su lugar porque el ser abonado es un “plus”, no sólo eres un Tigre/Rayado. Siendo abonado estás por delante de lo regular, algo así como un “Súper aficionado” y acá creo que no es así.
De poco servirá que la directiva y la afición sigan con lo del bono año con año si éste no va a reflejar un sentido de identidad. Monarcas Morelia no significa mucho para la mayoría de la afición. Sí, será el equipo y los colores por los que vibra tu corazón pero incluso dentro de la misma afición hay algunos que dicen ser de Atlético Morelia antes de pensar en el nombre actual.
No estoy en desacuerdo con esta práctica, con tener un Bono, pero si no viene acompañada con más factores que unan a la afición con el equipo, poca cosa será. Se tienen que volver a aquél equipo que era de la gente y dejar de ser un equipo que se dedica a comprar jugadores sudamericanos para poco después venderos al mejor postor.
