Redacción.- Atlético Morelia aprobó con alta nota el doble examen que tuvo esta noche en el estadio Morelos. Venció (2 – 0) a Dorados, un rival calificado de la Liga y al mismo tiempo, le regaló una gran alegría a su público, que respondió de gran forma a la convocatoria de la directiva, al casi llenar el 75% del aforo permitido en el estadio José María Morelos y Pavón.
Noche redonda. No fue el resultado solamente. Sino la forma. El equipo de Ricardo Valiño convenció. Algo que no lograba desde la jornada 1. Línea por línea fueron superiores al rival. Miguel ‘Rifle’ Núñez respondió cuando fue exigido; la defensa estuvo sincronizada, con un Milke notable; el medio campo fue dinámico, tuvo recuperación y ritmo; y en ataque, hubo la contundencia necesaria para darle número a una actuación completa.
Morelia se olvidó de jugar bien por lapsos. Ante un rival de mucho peso en la categoría, de los de mayor cártel, fue dominador de principio a fin el rojiamarillo.
En el primer tiempo, la defensa, con tres cortes muy oportunos de Víctor Milke en diferentes jugadas, estuvo imponente sobre el ataque de Dorados. Zúñiga y Betancourt no pudieron generar peligro, salvo en un disparo de media distancia del ecuatoriano en el primer tiempo que puso a prueba a Núñez, que reaccionó con un buen lance tras un excelente recorrido, para tapar un balón muy potente a la altura del travesaño, que ya buscaba la red. Esa fue la única de peligro de Dorados en el primer tiempo.
Morelia, a pesar de haber jugado mejor, de haber distribuido mejor la pelota y de haber tenido en general más idea, apenas pudo generar una de real peligro en el primer tiempo. Fue una linda acción de Jesús Ramírez en el área, en la que luego de la recepción, se quitó con un amague al defensa más cercano. El venezolano sacó su remate y venció al portero López, pero sobre la raya de gol, Adolfo Domínguez evitó el gol.
Para el segundo tiempo, Morelia mantuvo la idea. Vergara y Abella muy participativos por los extremos. Javier Ibarra con mucha confianza para ganar en la individual y meter pelotas filtradas. Pérez que iba y venía. Poggi que recuperaba e incluso se animaba a romper líneas. Zurita y Gallegos como socios en ataque por las bandas y la dupla de centrales bien ubicada. Tácticamente impecable.
Pero faltaba el gol.
Y entonces apareció el goleador. Jesús Ramírez, dueño del liderato de goleo del Morelia este torneo, se levantó cuan largo es para ganar un cabezazo en el borde del área chica, imposible de atajar para López. El quinto gol del venezolano en el torneo le dio la pauta del triunfo al ‘Canario’ que se se adelantaba al minuto 58.
Dorados reaccionó bien y logró generar una chance, bien resuelta de nuevo por Miguel Núñez.
Valiño echó mano de la banca y los cambios le funcionaron. Entró Gael Acosta en lugar de Vergara y en la primera jugada a modo que tuvo ‘El Señor de los Centros’, la colocó al fondo de la red con un zurdazo violento, que culminó un contragolpe, en el que Javier Ibarra habilitó muy bien al autor del segundo gol, al minuto 73.
En ningún momento estuvo en riesgo la ventaja. Morelia se agrupó sin renunciar a la pelota para cuidar la ventaja y salió con una justa recompensa: una alta calificación para derrotar a su sinodal en la cancha y para provocar alegrías en su sinodal en la tribuna: una afición que volvió al Morelos y se fue feliz.