Redacción.- Con autoridad, Gael Acosta le baja el pulgar al Celaya FC. El atacante rojiamarillo fue tajante: “En casa nadie va avenir a ganar”.
Luego de la buena cara mostrada frente a Alebrijes, las palabras de Gael Acosta reflejan seguridad, sobre todo, por lo que se genera al ataque: “Contento, el equipo está demostrando que puede gustar y golear. El partido pasado contra un buen sinodal nos dimos cuenta que este grupo de compañeros va al ataque, no importa si es un defensa. Ahí está Milke que hizo dos goles. Estamos contentos con el poderío ofensivo, seguir así y qué mejor, que ser la mejor ofensiva del torneo”.
Cuando habló sobre las responsabilidades compartidas sin importar la posición, se animó a decir que en el estadio Morelos nadie les podrá vencer. “Todos defendemos y todos ofendemos. No podemos decir que hay errores defensivos y ofensivos. Somos todos. La seguridad se muestra desde abajo hacia arriba y desde arriba hacia abajo. No debería haber ningún temor, al contrario, seguir con la jerarquía que tenemos. Respetar ese primer lugar, seguir en esa posición y hacer ver que aquí en casa nadie va a venir a ganar”.

Espera un duelo espectacular y de ataque contra el Celaya: “Este partido va a estar bueno porque el primero contra el segundo de la tabla, quieras o no es un espectáculo. Creo que va a ser un juego de poderío, porque ellos vienen bien, vienen de golear también. El que esté más aplicado es el que va a ganar. Va a ser un juego bonito, abierto, donde se va a demostrar quién está más concentrado y quién es más certero”.
Sobre la integración de los refuerzos en el aparato ofensivo, dijo que han caído de maravilla. “Ahí vamos contentos, porque ahí van los resultados en el aparato ofensivo. Incluyo a Eduardo que ya lo conocía del semestre pasado. Jiménez llegó en gran momento, nos está ayudando con goles, con buenos movimientos. Magaña con su picardía y desequilibrio. Yo creo que se ha entendido muy bien la ofensiva y se ha demostrado. Ser la mejor ofensiva quiere decir que los refuerzos llegaron y cayeron como anillo al dedo”.