Redacción.- Un grupo de aficionados del Atlético Morelia se popularizó dentro de la transmisión del partido entre Coyotes Tlaxcala vs Atlético Morelia, en el juego de Ida de los Cuartos de Final, al ser captados por las cámaras, alentando al ‘Canario’ desde una casa aledaña al estadio Tlahuicole. “Nos tardamos nueve horas en llegar a Tlaxcala y tocamos de casa en casa a ver quien nos dejaba entrar a ver el partido”, nos narra Karla Méndez, una de las integrantes de este peculiar convoy rojiamarillo.
Conscientes de antemano que al estadio no podrían pasar y sin la certeza de que les dieran acceso en alguna de las construcciones aledañas para ver el partido, este grupo de cinco aficionados del Atlético Morelia emprendió una aventura que les dejó la satisfacción de ver un triunfo de su equipo y de que los jugadores escucharon sus gritos de aliento en la cancha.
La historia comenzó cuando Óscar hizo el comentario que en partidos anteriores de Coyotes había observado a afición viendo el partido en construcciones aledañas al estadio: “Tuvimos una reunión de la Barra y él nos comentó que ya había hecho un análisis de las casas, que siempre se ponía a ver los partidos veía aficionados, entonces dijo ‘Qué tal si nos vamos, a lo mejor nos rentan, a lo mejor nos dejan gratis, no sabemos’. Entonces nos empezamos a animar y vimos que eran seis horas de distancia para llegar de Morelia a Estadio de Coyotes”.

La decisión final de viajar se tomó incluso el mismo día del partido y fue una larga travesía para llegar. “Ya era el día del juego a la una de la mañana y nos preguntamos ¿sí vamos, no estamos como loquillos? No, sí vámonos. Vámonos. Y a las seis de la mañana salimos, nos tocó tráfico y un accidente, que nos demoró dos horas. Al final hicimos nueve horas para llegar. La gente nos recibió de manera muy amable y empezamos a tocar casa por casa, donde vimos posibilidad de ver el partido, hasta que encontramos ese estacionamiento, nos lo rentaron, dividimos los gastos, pero valió la pena la inversión”.
Andrea, Óscar, Abraham, Saulín y Karla pudieron hacerle sentir su apoyo a los jugadores, al grado de que ellos se lo reconocieron desde la cancha.
“Ya extrañábamos apoyar al equipo, extrañábamos ver un partido. Nos dedicamos a alentar, éramos solo cinco personas, pero cantamos tanto que al final varias personas que estuvieron adentro del estadio nos dijeron ‘Gritaron muy fuerte’. De hecho, en su calentamiento previo, el equipo nos volteó a ver, nos aplaudió y nos reconoció”.
Incluso en algún momento se encontraron al presidente José Luis Higuera, quien los saludó y se tomó una foto con ellos.

“Fue muy chistoso, yo me quedo apartando el balcón, por si otros aficionados llegaban y mis otros compañeros fueron por comida, porque de hecho ni habíamos desayunado. Entonces mientras yo estoy con mi amigo Paulin, llegan del Club Atlético y nos toman la foto que pusieron en la página oficial y los demás se encontraron a Higuera, platicaron con él y nos agradeció el apoyo”.
Karla presumió que tuvieron vista de lujo del juego: “Se veía, muy bien, increíble. Un poco difícil ver los tiros de esquina, pero pudimos ver el partido perfectamente”.
¿La motivación para hacer esto?
“El amor por estos colores. Cada quien tiene una historia de vida, muchos por nuestros papás, que desde que nacimos traíamos estos colores. Y en verdad, lo que pasamos como afición fue algo muy complejo. Créeme que ese golpe fuerte que nos dieron como afición, nos motivó y nos permitió levantarnos y crear proyectos y seguir alentando. Sabemos que a lo mejor no vamos a regresar pronto a Primera División, pero nuestro amor por los colores está más fuerte”.